COMUNIÓN

Exclusividad y naturalidad.

Con esas dos premisas podemos definir, año tras año, nuestras Comuniones y ya van más de diez.

Estamos pendientes de todos y cada uno de los detalles y sólo realizamos una sesión al día, con el objetivo principal de personalizar cada jornada, de tomarnos nuestro tiempo con cada familia, de “mimaros” con nuestra cámara y, sobre todo, de hacerles sentir a ellos, a los niños y niñas que pasan por nuestro estudio, lo más cómodos posible, para que salga con fluidez la verdadera esencia de cada uno, respetando a la par sus tiempos, sus gustos y reflejando también sus aficiones.

Es un recuerdo para toda la vida y como tal, debe cuidarse en cada matiz, en cada toma.

Y si algo no perdemos de vista en ningún momento es que son niños y así lo vamos a trasladar en nuestros álbumes con imágenes sencillas, naturales, prácticamente espontáneas, con unos fondos y decorados “muy limpios”; instantáneas llenas de miradas y sonrisas y de mucha verdad, con retratos que se ajustan a la realidad de cada niño y que muestran esa inocencia y vitalidad que nuestros pequeños protagonistas desprenden a raudales.